viernes, 10 de junio de 2011

De otro lado

En los breves minutos

en que tu amargura se ausenta

y quizá sin quererlo me liberas

de ser este enfermero roto

recupera la luz su vibración de alborada.


El hoyuelo olvidadizo de tu mejilla

responde raudo a una alquimia lúdica

que nos aleja de aquí

o que nos deja aquí

pero nos saca de ahora.


En tus ojos hay haces azules

que dicen lo que callas;

que estuvo bien vivir,

que tanto imbécil dolor poco ya importa.


De otro lado nos llegan

esos breves minutos

y allá mismo se van

ya sin nosotros.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

BUENO, SIEMPRE OTRAS OPORTUNIDADES. UN GUSTO VISITAR SU ESPACIO.
UN ABRAZO

Unknown dijo...

Así es el amor amargo y dulce a la vez. Así es cuando todo se va, cuando no queda nada.

Juan Enrique Vicuña dijo...

Encontré este blog a través de Adriana menendez y lo encontré muy intresante. Quisiera seguir visitándolo. Saludos.