domingo, 23 de diciembre de 2007

Más cuerda más

vine
a que me rebobine
el sueño
y me lo rebobina
y vuelvo a soñar
que salgo de casa
a las tres de la mañana
con la alegría
del sueño
recién soñado
en el paladar
del alma
y la nostalgia
de verlo
largamente
desenrollarse
poco a poco
diluirse
aliento en la bruma
de los pensamientos
y los pasos
y entro
al oscuro
tendajón
en donde un hombre
barbado
interroga
con la mirada
y me escucho decir
entre humos
vine
a que me rebobine
el sueño

2 comentarios:

Vivette García dijo...

Me encantó. No sé si desatino, pero tu poema me hizo recordar el Nocturno de la estatua, de Villaurrutia. Tuvo el mismo efecto: me dieron ganas de aprendérmelo de memoria y repetirlo en mi cabeza cien veces cien cien veces hasta oírme decir "vine a que me rebobine el sueño".

Carlos López Beltrán dijo...

desperté una mañana en madrid con ese sonsonete en la cabeza, y lo transcribí de un tirón, con pocos ajustes, a mi libreta... un regalo del inconsciente, y del lenguaje que lo nutre y entreteje;

que bueno que te gustó V