Yo no sé si contaron bien los votos.
Tú no sabes si contaron bien los votos.
Él no sabe si contaron bien los votos.
Nosotros no sabemos si contaron bien los votos.
Vosotros no sabeis si contaron bien los votos.
Sólo ellos saben si no contaron bien los votos.
Sólo Dios sabe si contarán nuestros votos.
El número de votos es un instrumento impreciso.
El corazón es un instrumento tosco.
Los votos se evaporan como moléculas de alcohol.
El corazón se derrama como chapopote en el océano.
El número de votos es la quimera indecisa en un ensueño vespertino.
(Como los pájaros que vio cobrar vuelo Borges al entrecerrar los ojos)
El corazón es un molusco cegado que secreta una baba de terror.
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1 comentario:
Por eso ya no voto
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