viernes, 29 de marzo de 2013

Fantasías de un hombre ocioso que sonreía en el parque una mañana de invierno



Poseer una grúa en Berlín. 40 toneladas.
Ser dueño de una ametralladora en Bagdad.
O de la cama de Devon Aoki en Nueva York.
De lo que cae del cielo junto al cristo del Corcovado.
Una aduana en Tijuana.
Los derechos de autor de La que se fue.
Y que fluya pasta como Papaloapan
e ilumine la vida de tus niñas queridas.
Que te llamen a diario para cantarte cuentas.
Y que tú nunca estés pues pasearás ocioso
por los parques de Bagdad, Berlín, Río,
Nueva York, Tijuana…

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