Esos hojaldres de delicadezas
que el mundo pone
que tú pones
no se superponen sino se confunden
lo que tú pones
lo que el mundo pone
como aquella telilla
de trama rala que recogiste
del polvo viejo de Jerusalén
(volvías de la colonia Americana)
con las hebras abiertas
y sus lacios extremos
desflecados y suaves
ovillos de tiempo
residuos de olvido
una hebra y otra
tramadas laxamente
como por mil años
como por primera vez
como si la delicadeza
importara para ser
de la misma tela
para hacer
el milagro del tejido
ignorándose
en su singularidad
cada fibra exhalada
acomodándose al cuerpo
singular y delicado de las otras
para adoptar postura
lo que tú pones
lo que el mundo pone
claros hojaldres de delicadezas
destello aleteo suavidad
el ahogo que llegasi se escapan
viernes, 25 de abril de 2008
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