Tan parecido al árbol el árbol
Su corteza sinuosa rebosa y se enrama en el paisaje
Entre estelas su tronco desocupa su sitio
Ya no caerá sobre éste la mirada minada
Para encajarle un nombre una hoz un pedestal
La vía dolorosa de un único sentido
Tan como líquenes los líquenes del pedregal
Tardos avances del verde sobre el más duro gris
El verde come oscuro y se deslíe
Y se desconcha hacia el sílice y lo desgrana todo
En coma de carcomer y estremecerse ahíto
Luido de rebozar en la lejía del sol
Tan como las nubes son las nubes
Desgajándose quedamente tan allá
Que parece que es el cielo el que las acomoda con su tempo
Con delicados sus dedos de tiempo inabarcable
Infiltrándose él mismo en la disimulada retahíla
Ofuscando a quien calibra su latido
Tan parecida a tu piel tu piel tocada
Por la luz oblicua del ocaso sobre el pasto
Indecisa entre el borde y el abismo
El límite cuando el albedo tiende a cero
Y se abre a desaparecer con el pálpito de tu respiración
Y se cierra ante un pasmo tan parecido al asma
Este instante que esfumas allá arriba lejos allá nunca
viernes, 10 de agosto de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario